¿DEBE SER LA LIMPIEZA DE VENTANAS DEPORTE DE RIESGO?

Nosotros creemos que cumpliendo los parámetros que nos indica la ley debe ser un rotundo no.

A todo el mundo nos parece fascinante tener ventanas en nuestras casas. Lo que no es tan fascinante ni muchas veces seguro es limpiarlas sin correr ningún riesgo. Es por ello que la ley contempla una serie de medidas que deben cumplir este tipo de cerramientos para garantizar la seguridad de las personas no especializadas a una altura mayor de 6 m cuando proceden a su limpieza.

- A un 1,30 m del suelo el alcance máximo del vidrio es de 0,85 m para su limpieza. Es decir lo máximo que alcanza un brazo medio sin tener que descolgarse al exterior de la ventana

- Se recomienda que los vidrios sean reversibles, es decir que toda la hoja exterior pueda volverse al interior para poder limpiarla. Este tipo de acristalamientos tendrán equipados un dispositivo que los mantenga bloqueados en la posición invertida durante la limpieza.

- En acristalamientos en donde la limpieza se realiza en el interior o en el exterior con ayuda de una escalera, se debe limitar el riesgo de deslizamiento o pérdida de estabilidad de la escalera y limitar la pérdida del equilibrio del usuario. Hay que tener en cuenta que para proporcionar una superficie de apoyo para una escalera suficientemente segura, el suelo deber ser firme, horizontal y no deslizante.

- En acristalamientos desmontables, se debe limitar el riesgo de caída de la hoja o del usuario, para ello esa debe ser fácilmente desmontable y su peso lo suficientemente bajo para que una persona pueda moverla sin peligro de caída. En este sentido, se podría considerar que un objeto de hasta 25 kg puede ser manejado por una persona en condiciones de seguridad.

- En acristalamientos con eje de giro horizontal, incluidos los reversibles, se debe evitar que se muevan durante su limpieza provocando situaciones de peligro.

- En acristalamientos cuya limpieza se realiza a través de un hueco, se debe limitar el riesgo de caída por pérdida de equilibrio o falta de alcance. En este caso se considera que la limpieza únicamente es segura si se puede efectuar por una persona de pie sobre el suelo.

Nuestro consejo:

Aunque el uso de accesorios puede facilitar el alcance allí donde no llegue el brazo y permitir cierta limpieza de dudosa eficacia, es una hipótesis que no se debe considerar para la colocación de una ventana. Es por ello que aconsejamos una consulta a un arquitecto quien teniendo en cuenta estos y otros muchos parámetros nos recomendará la mejor solución para nuestro caso concreto.

La semana que viene continuaremos con más temas. Hasta entonces, si te ha interesado todo esto te animamos a seguirnos a través de nuestras páginas ARQUITECTOS DE LEON en Facebook o Twitter en donde seguiremos hablando de muchas más cosas, y si lo que quieres es consultarnos tu caso concreto te atenderemos encantados en

consultas@arquitectosdeleon.com

CARLOS ANTA ARIAS Y ROSARIO GARCIA ARIAS. ARQUITECTOS